La eficiencia de los tratamientos fitosanitarios depende en gran medida de las condiciones meteorológicas durante la aplicación. La humedad del aire, la temperatura, la velocidad del viento y las precipitaciones son datos importantes que influyen en la eficiencia de aplicación de un tratamiento.
También deben tenerse en cuenta otros parámetros como la calidad de la mezcla, la velocidad del tratamiento o el tamaño de las gotas.
Las condiciones meteorológicas ideales cambian en función del modo de acción del producto. Además, los indicadores a tener en cuenta según el campo de aplicación y en función del tipo de materia activa que vaya a ser empleada, influyen en la decisión de considerar o no una variable meteorológica.
Datos a observar
Lluvia
La eficacia de la pulverización se reduce especialmente si llueve durante el tratamiento. Una gran parte de los productos utilizados acaba en el medio ambiente y causa daños considerables.
El ingrediente activo se transporta al suelo y a las aguas superficiales a través de la escorrentía y el agua de infiltración. Además, la capa exterior de la planta se cubre con una película de agua que impide que el producto penetre.
Es importante estar atento a las previsiones meteorológicas para las medidas de lluvia. Los productos fitosanitarios con efecto de contacto deben permanecer en la superficie de la planta durante un periodo de tiempo más largo. La lluvia puede eliminar esta capa de producto, provocando la contaminación y reduciendo la eficacia del tratamiento. Dependiendo del producto, la cantidad de lluvia que provoca el lavado varía, pero en general no se debe superar el límite de 20 mm de lluvia (Davy, Institut Français de la Vigne et du Vin, 2016).
Temperatura
La temperatura óptima para el tratamiento depende del tipo de fitosanitario utilizado. Además, cada producto tiene su rango ideal de aplicación. Para optimizar el tratamiento, es importante seguir las indicaciones que se encuentran en las fichas técnicas de cada producto comercial.
La receptividad de los organismos también se correlaciona con la temperatura. Los valores extremos ralentizan el metabolismo. Las altas amplitudes térmicas también pueden tener un efecto inhibidor, especialmente para los productos radiculares de postemergencia y los herbicidas foliares utilizados (Verdier et al. , 2012). Las amplitudes térmicas entre el día y la noche de más de 15°C ralentizan el metabolismo de las plantas. El principio activo se acumula en el organismo y no se puede extraer, lo que puede aumentar el riesgo de fitoxicidad (Cámara de Agricultura de Borgoña, 2012).
Por lo tanto, la temperatura tiene una influencia decisiva en la calidad de la pulverización (Cámara de Agricultura de Borgoña, 2012). El aire caliente (y seco) provoca una mayor evaporación a la salida del pulverizador (>25°C) En general, se recomienda pulverizar para un rango de temperaturas entre 5 y 25°C. Sin embargo, estas recomendaciones dependen del producto fitosanitario utilizado.
Humedad
La humedad es un parámetro clave para optimizar la pulverización. Los tratamientos en condiciones restrictivas reducen la capacidad de las plantas para absorber los nutrientes y aumentan los efectos nocivos para el medio ambiente.
Una humedad demasiado baja intensifica la evaporación, ya que algunas de las gotas del producto son demasiado ligeras y se evaporan en cuanto salen del atomizador. Una humedad demasiado alta (cercana al 100%) también es perjudicial, ya que el ingrediente activo del producto aparece en la superficie en forma de rocío y se filtra en el ambiente.
La mañana y la noche son los mejores momentos para la pulverización, ya que el nivel de humedad suele estar en un rango favorable. Las primeras horas de la mañana son particularmente adecuadas, ya que el dosel de las hojas aún está fresco de la noche y la cutícula de las plantas está rehidratada y es más receptiva al producto.
Velocidad del viento
La velocidad del viento es el parámetro meteorológico que más limita la pulverización. Se trata de una variable importante sujeta a legislación.
El objetivo es limitar al máximo el fenómeno de deriva, que tiene importantes consecuencias medioambientales. La eficacia de la pulverización depende de la velocidad del viento porque el objetivo es que la máxima cantidad de ingrediente activo llegue a la planta. La mejora de la eficacia del tratamiento reduce el número de pasadas y, por tanto, los costes de entrada y mecanización asociados.
La velocidad del viento más baja posible es la más favorable. Por encima de un determinado valor (18km/h) existe un alto riesgo de deriva por el viento, por lo que se preconiza no realizar el tratamiento Algunos dispositivos, como la forma de la boquilla y el equipamiento opcional del pulverizador, permiten limitar la deriva a pesar de que la velocidad del viento sea ligeramente superior. El uso de ayudas específicas también reduce el riesgo de deriva.
Ráfagas
El indicador de ráfagas de viento es un parámetro adicional a tener en cuenta. "Las ráfagas de viento no permiten predecir con claridad la dirección del viento y pueden suponer cambios de temperatura" (Deveau, 2009). Por lo tanto, si la velocidad de las ráfagas es alta, es mejor posponer la pulverización a otro momento.
Punto de rocío
El rocío es otro indicador para evaluar la eficacia del tratamiento. El rocío aumenta la permeabilidad de la planta (Gauthier, Moigny, 2014). Si la cutícula está en buen estado y rehidratada, el producto puede penetrar más fácilmente.
Este indicador también permite evaluar la adherencia del producto en la planta. Si el rocío es demasiado fuerte, el producto se escurrirá durante la pulverización y el tratamiento no será eficaz. El agricultor puede observar las condiciones golpeando una hoja. Si el rocío se desprende de la hoja, hay que esperar con la pulverización (Verdier et al. , 2012).
Condiciones meteorológicas antes y después del tratamiento
El seguimiento de las condiciones meteorológicas en los días anteriores y posteriores a la aplicación del producto fitosanitario puede ser importante en función del tipo de fitosanitario utilizado.
De hecho, los herbicidas, en particular, son "tanto más eficaces cuanto más tiempo de crecimiento tengan" (Arvalis, 2014). Esto significa varios días seguidos con condiciones climáticas favorables al crecimiento: alta humedad (más del 60%) y temperaturas frescas (entre 4°C y 18°C).
Además, pulverizar después de una helada severa es arriesgado, ya que las plantas pueden presentar lesiones en la epidermis. Por lo tanto, existe un alto riesgo de fitotoxicidad. El tratamiento con un herbicida foliar sistémico después de una sequía tampoco es muy eficaz porque la cutícula de la planta está engrosada. Por lo tanto, es importante observar los parámetros meteorológicos antes y después del tratamiento para evaluar la eficacia del mismo.
Conclusión
No es fácil encontrar una ventana temporal para el tratamiento en la que todos los parámetros sean favorables para la pulverización. Hay que encontrar un compromiso que pueda conciliarse con el propio calendario del aplicador. Las condiciones meteorológicas son mejores por la mañana, cuando la humedad es alta y las plantas son más receptivas.
El tratamiento por la tarde también es posible, pero hay que tener en cuenta las condiciones meteorológicas del día anterior, ya que la planta puede ser más sensible al producto por la noche.
Fuentes
CHAMBRE D’AGRICULTURE BOURGOGNE, 2012. Optimiser la pulvérisation.
DAVY, Alexandre, et INSTITUT FRANAIS DE LA VIGNE ET DU VIN, 2016. Rappel sur le comportement des différents fongicides et impacts pratiques sur leur utilisation
DEVEAU, Jason, 2009. Effets des conditions météorologiques
GAUTHIER, Marine, and MOIGNY, Frédéric, 2014. Optimisation de la pulvérisation
VERDIER, Jean-Luc, ARVALIS, INSTITUT DU VÉGÉTAL, CENTRE TECHNIQUE INTERPROFESSIONNEL DES OLÉAGINEUX MÉTROPOLITAINS (FRANCE), et UNION NATIONALE INTERPROFESSIONNELLE DES PLANTES RICHES EN PROTÉINES, 2012. Produire plus et mieux: 56 solutions concrètes pour réduire l’impact des produits phytosanitaires: a practical guide ISBN 978-2-8179-0110-7.
Farmer Advisory Service, Pesticide Information Note: Spray Drift.